En Texas, Estados Unidos, entró en vigor una polémica ley que prohíbe el aborto después de las seis semanas de gestación.

De esta forma, Texas se sumó a otros 12 estados que no permiten la interrupción legal del embarazo una vez que se puede detectar el latido fetal, lo cual suele ocurrir alrededor de la sexta semana de gestación, pero antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.

El llamado proyecto de ley del latido del corazón no establece excepciones para la violación o el incesto.

No obstante, permite a los ciudadanos presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una mujer embarazada a infringir la prohibición.

El proyecto, firmado en mayo pasado por el gobernador Gregg Abbott, logró superar una solicitud de emergencia presentada por clínicas abortivas para frenarlo, debido a que la Corte Suprema no se pronunció al respecto.

Otros estados han tratado de promulgar restricciones para el aborto en las primeras etapas del embarazo, pero no lo han logrado debido al fallo histórico de 1973 de la Corte Suprema en el caso de Roe contra Wade, en el que se estableció que una mujer puede interrumpir su embarazo durante los primeros seis meses de gestación.