Rusia amplió sus bombardeos hacia el este de Ucrania, considerada la zona más segura del país.

Por primera vez desde que inició la ofensiva rusa, hace 16 días, la ciudad de Lutsk, cerca de la frontera con Polonia, sufrió ataques, lo mismo que Ivano-Frankivsk, próxima a la frontera con Moldavía.

También se registraron ataques aéreos en Dnipro, en el centro sur del país, donde los proyectiles cayeron cerca de un jardín de infancia, en un edificio de apartamentos y en una fábrica de zapatos.

Los Servicios de Emergencia reportaron que un centro para personas con discapacidad, cerca de Járkov, fue alcanzado los ataques.

Esto, tan solo dos días después del bombardeo a un hospital pediátrico en Mariúpol, que dejó al menos tres personas sin vida y unos 17 heridos.

Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha verificado ataques contra 26 instalaciones sanitarias en Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, informó que unos 40 mil civiles fueron evacuados a través de los corredores humanitarios, pero denunció que Rusia no ha cesado sus ataques en Mariúpol y Volnovaja.

De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la invasión a Ucrania ha provocado la huida de más de 2.5 millones de personas, lo que se considera el exilio más rápido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la invasión de Rusia a Ucrania amenaza con agravar la inseguridad alimentaria en todo el mundo, debido a que ambos países son grandes exportadores de cereal y fertilizantes, lo que encarecerá su precio.