En la Central de Abasto de la Ciudad de México, algunos comerciantes y visitantes han comenzado a relajar las medidas de protección para evitar la propagación del COVID-19, ya que han dejado de usar cubrebocas, gel antibacterial y no se mantiene una sana distancia.
Ante esta situación a partir de este lunes, este centro de distribución de alimentos dejará de operar a las 4 de la tarde, medida que fue bien vista por algunos locatarios y trabajadores, aunque reconocieron que esto podría tener repercusiones en sus ganancias.
Y es que solamente se le mide la temperatura y se revisa el uso de cubrebocas a quien ingresa en algún vehículo, los accesos peatonales, no tienen algún tipo de supervisión.
“Hay mucha gente enferma, así se evitaría un poco la pandemia limitando la Central de Abasto de gente, a veces los polis te toman la temperatura, a veces no y eso está mal, a los peatones no se las tomas, nos dejan trabajar todo el día, pero si cierra antes bailamos todos”