Tras el hallazgo de 383 cuerpos en un crematorio de Ciudad Juárez, Chihuahua, la oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), urgió a “realizar una investigación eficaz y a respetar los derechos de las personas fallecidas”.
El organismo recordó al Estado mexicano las obligaciones internacionales “de proteger y respetar a los muertos”, contenidas en las recomendaciones del relator especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, Morris Tidball-Binz, emitidas en abril de 2024.
Puntualizó que “las obligaciones del Estado de proteger a los fallecidos son primordiales para hacer efectivos los derechos de las familias y para garantizar que todas las muertes potencialmente ilícitas se investiguen a fondo”.
Agregó que en esos casos “la protección de los muertos sigue planteando problemas considerables, que acentúan el dolor y la sensación de pérdida de quienes desean llorar a sus seres queridos”.