El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró “desastre mayor” en Texas, uno de los estados más afectados por la reciente tormenta invernal, que ha dejado al menos 59 muertos en toda la Unión Americana.

De esta forma, las zonas afectadas por el mal tiempo tendrán acceso inmediato a recursos federales para resacir los daños causados, informó la Casa Blanca en un comunicado.

La prioridad es restablecer en su totalidad el suministro de energía eléctrica, que ha dejado a oscuras a millones de habitantes y provocado problemas en los sistemas de abastecimiento de agua potable en varias zonas.

La ayuda federal puede incluir subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de casas, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas de apoyo individual y a propietarios de negocios.

Destacar que debido al temporal, Luisiana y Oklahoma también emitieron declaraciones federales de desastre, lo que facilita el traslado de equipos y la entrega de recursos a esas zonas por parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).

Se espera que en los próximos días, el presidente Biden viaje a Texas para supervisar las labores de ayuda a la población.