Woody Allen presentó su película más reciente en el Festival Internacional de Cine de Venecia, misma que es la número 50 en su filmografía y que lleva por nombre “Golpe de suerte” y que está hablada en francés.
Sin embargo, más allá de la historia que aborda, lo que más llamó la atención de este cineasta de 87 años de edad fue lo que contó respecto a la cultura de la cancelación que impera en la sociedad. En particular, Allen habló del beso que le dio el Presidente de la Federación Española de Futbol a la campeona del Mundial femenil, Jennifer Hermoso.
El cineasta consideró que lo hecho por Luis Rubiales fue inapropiado y no debería volverlo a hacer, pero que no quemó ningún colegio ni asesinó a nadie. Por último, dijo que él debería pedir disculpas.
