Luego que el gobierno británico autorizó a Huawei desarrollar parte de su red 5G, se espera que en breve la administración del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau de luz verde al gigante de la tecnología chino, para suministrar equipo para sus redes inalámbricas de quinta generación.
De acuerdo con expertos, ello permitiría una actualización que hará posibles nuevas aplicaciones de tecnología de comunicaciones móviles, integrando todo, desde autos sin conductor hasta plantas de energía.
En ese marco, Hugh Stephens, miembro de la Fundación Asia Pacífico, recordó que los canadienses alentaron ampliamente la inversión china hasta hace poco, cuando Huawei proporcionó empleo, tras el colapso de Nortel Networks, con sede en Ottawa, en 2009.
El experto añadió que tienen la capacidad de “investigación, ya no tenemos ese campeón mundial”, dijo, refiriéndose a Nortel, y agregó en clara alusión a Huawei que “la gente está buscando quién está dispuesto a venir aquí (y) está dispuesto a aprovechar lo que tenemos. Mucho de esto es para mantener el esfuerzo”.
Sin embargo, los críticos advierten que existe un grave riesgo de que Huawei construya “puertas traseras” en la tecnología que permite a China acceder a información privada canadiense e infraestructura crítica.
Ante ello, Huawei ha dicho que tales temores no tienen fundamento y están enraizados en la guerra comercial de Estados Unidos con China, y señaló que su fundador Ren Zhengfei, ha manifestado que preferiría cerrar la compañía que usarla para espiar o sabotear.
