El gobierno de Países Bajos, cerró una página de internet y sus redes sociales, a través de las cuales se promovía la venta de kits de autocontagio de COVID-19.
El objetivo era que las personas, una vez que atravesaran la enfermedad, obtuvieran el código QR que les permite entrar a los sitios públicos, sin necesidad de haberse vacunado.
La página vendía dosis de líquido infectado con el potencialmente mortal virus para que cada persona se lo inyectara. Además, de un test de antígenos para verificar que el comprador logró contraer la enfermedad y en caso de no haberse contagiado, se ofrecía un segundo paquete a menor precio para completar la “dosis”.
El producto registraba alta demanda, luego de que el gobierno impusiera nuevas medidas en busca de frenar el aumento acelerado de los contagios en Países Bajos.
