Durante su segundo día de visita en Canadá, el papa Francisco se reunió con representantes de los pueblos indígenas, a quienes pidió perdón por los abusos cometidos en escuelas residencia, donde miles de menores autóctonos fueron internados como parte de los llamados procesos de asimilación.

El Sumo Pontífice visitó la comunidad de Maskwacis, en Alberta, donde se encontraba uno de los mayores internados y ante la presencia de muchas víctimas, pidió perdón “por el mal que tantos cristianos hicieron a los indígenas durante la colonización y por la cooperación e indiferencia de la Iglesia católica”.

De acuerdo con la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, en Canadá se fundaron 139 escuelas financiadas por el gobierno y administradas la mayor parte por la Iglesia Católica, en la que internaron a unos 150 mil niños indígenas, quienes fueron separados de sus familias y obligados a abandonar sus idiomas, tradiciones y cultura.

Dicho sistema de asimilación cultural causó la muerte de al menos seis mil menores por enfermedad, desnutrición, negligencia o abusos desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990. La mayoría fueron enterrados en fosas comunes sin ninguna identificación.

El gobierno canadiense ha indemnizado con millones de dólares a antiguos alumnos y hace 14 años se disculpó oficialmente por haber creado esas escuelas.