En una inesperada solicitud, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió al Fondo Monetario Internacional un crédito por cinco mil millones de dólares, para afrontar la pandemia del coronavirus, que amenaza con llevar al límite la asediada economía de la nación sudamericana.
Sin embargo, la petición de Maduro fue rechazada por el FMI, luego que la institución financiera señaló que no puede considerarse la solicitud, debido a que no existe claridad entre sus 189 estados miembro sobre a quien se reconoce como presidente de Venezuela: Nicolás Maduro o Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos.
La solicitud de Maduro a una institución a la que ha criticado durante mucho tiempo para ayudarle a lidiar con las consecuencias del nuevo coronavirus fue sorpresiva para aliados y opositores por igual.
De acuerdo con especialistas, esa petición de crédito al FMI también deja al descubierto el precario estado de las finanzas en el gobierno socialista de Venezuela, que enfrenta un colapso en su producción petrolera y el efecto de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
A pesar de que la exposición de Venezuela al coronavirus ha sido hasta el momento de 36 casos, el posible daño económico de la enfermedad tiene a todo el país, de alrededor de 30 millones de habitantes, en alerta.
Incluso antes del brote viral, la industria petrolera de Venezuela estaba en una grave situación, sobre todo por las severas sanciones que Estados Unidos aplicó el año pasado, que han reducido casi a la mitad la producción petrolera y deteriorado una crisis económica que ha obligado a casi 5 millones de personas a salir del país.
