En México, existen al menos 16 millones (42%) de jóvenes, entre 15 y 29 años, que viven en situación de pobreza, exclusión y precariedad, de acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Incluso, 4.9 millones trabaja sin seguro médico y con un bajo sueldo, mientras que otros 5.1 millones no estudia ni trabaja.
Al respecto, Rogelio Gómez, presidente de la organización Pobreza (ACFP), explicó que, los infantes que nacen en condiciones de carencia ya tienen muchas desventajas sociales, como la desnutrición y un aprendizaje educativo deficiente que resulta en la deserción escolar antes de ingresar al bachillerato.
Y es que el abandono escolar se agudiza a los 15 años, cuando el concluir la Educación Media Superior (EMS) es vital para conseguir un empleo digno en el país.
Señaló que las becas del programa Jóvenes Construyendo el Futuro del Gobierno Federal son insuficientes para resolver el problema, pues se necesitan políticas públicas que garanticen un ambiente de seguridad y confianza en las escuelas, así como carreras técnicas con las que puedan salir adelante:
“Para enfrentar la deserción no bastan las becas […] Se necesita una educación técnica que sí conecten con el trabajo, un modelo educativo de bachillerato para los que tienen más de 18 años y ya ‘no pueden’ estudiar”
“Los contextos adversos no definen el futuro de los jóvenes, eso solo es el contexto […] Necesitan ambientes de seguridad y confianza”, apuntó en conferencia de prensa.