En Corea del Sur se vive el segundo día de duelo nacional, luego de la aglomeración durante una fiesta de Halloween el sábado pasado en Seúl, que dejó 154 personas sin vida y 149 heridos, la mayoría jóvenes.

En memoria de las víctimas, las banderas ondean a media asta y también se cancelaron eventos y conciertos.

Un memorial fue edificado junto a una estación subterránea en el popular distrito de Itaewon, donde ocurrió la tragedia, hasta donde acudió el presidente Yoon Suk-yeol.

Entre los heridos se encuentran dos mexicanas, quienes presentaron heridas leves y ya reciben apoyo de la Embajada de México en ese país.

Las autoridades surcoreanas investigan la causa de la tragedia, que se originó debido a una concentración masiva en las inmediaciones del Hotel Hamilton, en el barrio de Itaewon, donde la multitud empujó a los asistentes hacia un estrecho callejón aledaño al inmueble, lo que derivó en una caída colectiva desde una pendiente.

La actuación de la Policía ha sido muy cuestionada, ya que de acuerdo con informes locales, los agentes que formaban parte del operativo se enfocaron más en evitar el uso de drogas que en controlar a la multitud.

Gobiernos de todo el mundo, entre estos el de México, así como el Papa Francisco, enviaron sus condolencias a los familiares de las víctimas y a las autoridades surcoreanas.