Ingesta excesiva de alimentos ricos en azúcar, incentivan aumento de peso

tamales fritos calle
Tamales Fritos. CDMX. Mónica Barrera

Con la ingesta de pan de muerto, calabaza y camotes y platillos típicos qué se colocan en las ofrendas de Día de los difuntos se puede registrar aumento de hasta dos kilos de peso

Aunque el maratón Guadalupe-reyes inicia el 12 de diciembre de cada año, durante el Día de muertos, en noviembre se incrementa la ingesta de alimentos ricos en grasas, azúcar y sal y puede generar descompensación en personas que viven con diabetes, hipertensión y obesidad

“todo empieza en el intestino, aumenta la ingesta de azúcares, descompone la flora que normalmente nos ayuda en el intestinal, se empieza a descomponer la secuencia de vasos de la digestión para promover una saludable absorción y distribución de nutrientes, exceso de calorías en forma de grasa en sitios dónde no debe estar, acompañado de una alteración”

Así lo dijo, Ernesto García Rubí, miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología

Calaveras azúcar
Calavera azúcar. CDMX. Mónica Barrera

“Resistencia a la insulina por la acumulación de grasa, el incremento del peso y del azúcar en cuerpo, pero también del alcohol puede llevarnos a alteración en nivel de glucosa en sangre, aumento de peso ya que el azúcar es increíblemente adictiva”

Recomendó realizar ejercicio por lo menos 30 minutos al día, ya que el tratamiento para reducir peso oscila mil pesos por mes, pero si hay complicaciones, un paciente puede gastar hasta 15 mil pesos mensualmente ya que además de reducir el peso y se debe componer la flora intestinal y evitar que se desarrolle hígado graso o complicaciones de tiroides o diabetes

Exceso de golosinas en Halloween causan inflamación y diarrea en menores

Las grasas vegetales que contienen algunos dulces hinchan los intestinos y el colon y el desequilibrio en la microbiota intestinal se relaciona con la inflamación crónica asociada al sobrepeso y la obesidad

En las celebraciones de Halloween y Día de Muertos, es recomendable moderar el consumo de dulces y golosinas, para evitar procesos inflamatorios de la microbiota intestinal que de manera crónica pueden estar asociados al sobrepeso y/o la obesidad, indicó el coordinador Comité de Nutrición temprana de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Rodrigo Vázquez

El también especialista en gastroenterología pediátrica, explicó que los azúcares y grasas vegetales que contienen algunas de las golosinas que se obsequian a los infantes en esas fechas son elementos proinflamatorios, es decir, que hinchan el estómago, intestinos o colon, produciendo malestar gástrico; e incluso, pueden causar un desequilibrio en la microbiota intestinal, que tiene la función de ser una defensa contra posibles agentes patógenos que se encuentran en constante contacto con el sistema digestivo.

El desequilibrio en la microbiota intestinal se relaciona con la inflamación crónica asociada al sobrepeso y la obesidad, y en México, 34% de los menores entre 5 y 11 años de edad tienen sobrepeso u obesidad, y casi 73% de la población adulta, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre Covid-19 (Ensanut 2021).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona la importancia de cuidar el equilibrio calórico para tener un peso corporal saludable y asegurar una ingesta óptima de nutrientes, por lo que el consumo de golosinas debe ser siempre moderado para evitar sobrepeso y obesidad infantil que podrían continuar en la vida adulta.

“Algunos dulces contienen una gran cantidad de ácidos grasos proinflamatorios, son aceites vegetales terriblemente inflamatorios que no los debería comer nadie; un exceso de golosinas puede provocar en los menores inflamación gástrica y hasta un poco de diarrea. Lo que se puede hacer es darle pocos dulces a las niñas y los niños uno o dos días y luego desaparecerlos para que no pasen todo un mes consumiendo golosinas; además es necesario vigilar si presentan algún malestar, para dar una atención adecuada en caso de ser necesario. Bajo prescripción médica, los probióticos pueden coadyuvar en un efecto benéfico para el cuerpo, siempre y cuando sean necesarios”

Agregó que en la medida de lo posible, se debe regresar a la antigua “calaverita” que consistía en dar fruta o comida preparada a los menores y no sólo dulces, para mantener el equilibrio calórico, ya que el consumo continuo de azúcares y grasas pueden terminar en obesidad y diabetes infantil; por ello, también es importante acudir al profesional de la salud, para que nos ayude a saber cuál es el límite de ingesta de golosinas, de acuerdo a la edad y al peso.