Por segundo día consecutivo fieles católicos abarrotaron este viernes la Iglesia de San Hipólito y San Casiano, en el centro de la Ciudad de México, para conocer la reliquia de San Judas Tadeo, el apóstol de Jesús.
Pero esta vez arribó el doble de devotos que el día jueves, pues antes de que el templo abriera sus puertas ya se registraban cerca de 500 personas formadas. Incluso, hubo mayor presencia de niños, jóvenes, así como comerciantes.
Don Felipe fue de los primeros en llegar. Viajó 2 mil 500 kilómetros desde Tijuana, Baja California, para estar cerca de los restos óseos del santo preservados por el Vaticano. Si bien dijo que hace unos años fue a Roma, reconoció que no tuvo la oportunidad de verlo.
“Llegamos a las 05:00 de la mañana para tratar de ser los primeros porque vean la cantidad de gente que hay. Vamos a orar y agradecer por la familia. Tenemos 68 años y seguimos adelante […] Guia a Europa y estaba enterado de su existencia, pero no tuve la oportunidad de verla”
Por su parte, la señora Mary, de 52 años, quien vestía el atuendo de San Judas, señaló que ella y esposo, al ver la cantidad de gente que ha asistido, decidieron subirse al auto y salir de madrugada desde Querétaro para ser de las primeras en vivir esta experiencia.
“Salimos a la 01:00 de la mañana para poder llegar temprano aquí. No tengo palabras para expresar lo que siento, una emoción muy grande. Me ha ayudado mucho y mi fe en él es muy grande […] No es manda, es para tener un bonito recuerdo y tener la dicha de su bendición”
Mientras que Aurora, tomó un autobús desde la ciudad de Oaxaca para llegar la madrugada a la terminal TAPO, donde tomó un taxi para lograr formarse antes de las 06:00 de la mañana. Agregó que todo valió la pena pese a estar solo 10 segundos frente a la urna:
“Vengo especialmente a ver la reliquia […] Sí, estoy encantada. No vine a pedir, sino a agradecer todas las bendiciones que le ha dado a mi familia”
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación capitalina, durante el 1 de agosto asistieron al templo más de 13 mil 200 personas, pero al corte del mediodía del viernes, ya habían ingresado 8 mil 600, por lo que la cifra se iba a superar.
Las reliquias serán trasladadas a la parroquia de San Judas Tadeo en Cuemanco, Tlalpan, donde permanecerán hasta el próximo 4 de agosto, antes de visitar otras 16 diócesis del Estado de México, Puebla y Tlaxcala.
