En el mundo, 45 por ciento de las mujeres y niñas se siente incapaz de decidir sobre su cuerpo.   

Esto les impide determinar si deben tomar anticonceptivos, tener hijos, negarse a sufrir una mutilación genital o mantener relaciones sexuales, de acuerdo con el informe “Mi cuerpo me pertenece”, elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).    

El informe destaca que en la mayoría de los casos se debe a que desconocen que tiene el derecho a decidir sobre su cuerpo y porque en su comunidad existen leyes o prácticas culturales muy arraigadas.   

A esto se suman las normas que obligan a mujeres violadas a casarse con su agresor o las pruebas de virginidad a las que son sometidas algunas mujeres.   

En este contexto, el Fondo destaca que la falta de autonomía corporal conlleva a daños que van más allá de prejuicios para niñas y mujeres de manera individual, como el menoscabo de sus habilidades, la depreciación de su productividad económica y los costos adicionales para los sistemas judicial y de atención médica.