Ambientalistas lo volvieron a hacer y lanzaron puré de verduras a otra obra de arte para protestar contra el calentamiento global.
Tres integrantes del grupo “Última Generación” arrojaron la mezcla sobre “El Sembrador”, obra de Vicent Van Gogh, que se exhibe en una muestra dedicada al pintor holandés en el Palacio Bonaparte de Roma, Italia.
Afortunadamente, la pintura no sufrió daños porque estaba protegida por un cristal; sin embargo, el Ministerio de Cultura de Italia recordó que los ataques al patrimonio cultural pueden ser perseguidos penalmente y castigados con entre dos y cinco años de cárcel, así como con multas de hasta 20 mil euros.
No es la primera vez que ocurre este tipo de protestas. El 24 de octubre pasado, dos activistas de “Última Generación” lanzaron puré de papa al cuadro “Los almiares”, del pintor francés Claude Monet, expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, en Belín, Alemania.
El 27 de octubre, un integrante de la organización ecologista “Just Stop Oil” intentó pegar su cabeza sobre el vidrio que protege la obra “La joven de la perla”, de Johannes Vermeer, que se exhibe en un museo de La Haya. Otro más pegó la mano en la pared cerca del cuadro.
La primera acción de esta naturaleza ocurrió el 14 de octubre, cuando integrantes de ese colectivo arrojaron sopa de tomate sobre el famoso cuadro “Los Girasoles”, de Vincent Van Gogh, que se encuentra en el National Gallery de Londres.
