Una ola de protestas por parte de organizaciones ciudadanas, se ha generado tras el anuncio de un cambio en el sistema de venta de entradas, a la zona arqueológica de Machu Picchu, en Perú.
El Ministerio de Cultura, informó que la venta de boletos se haría por medio de una empresa privada que contratará el Estado y no por la Dirección Desconcentrada de Cultura, dependencia de su sector en el Cusco, debido a problemas con su sistema.
Los inconformes consideraron la medida como una privatización del patrimonio, en tanto, la directora de Cultura de Cusco, la arqueóloga Maritza Candia, presentó su renuncia un día después del anuncio y expresó su “total desacuerdo” con la decisión, la cual calificó como una “gestión altamente centralista”.
Por su parte, trabajadores de la dependencia iniciaron una huelga y anunciaron que van a “radicalizar” su protesta, si no se anula el convenio con la empresa privada.
