La Secretaría de Salud (SSA) busca prohibir la exhibición de cigarros y productos de tabaco en todos los establecimientos y puntos de venta en los que se comercialicen, vendan, distribuyan, suministren o expendan.

Para su comercialización, a los establecimientos solo se les permitirá desplegar, para consulta de los consumidores, una lista con las marcas y precios de los productos disponibles, así como con mensajes de advertencia sanitaria.

La Secretaría de Salud también pretende limitar aún más los espacios para fumar en lugares públicos, como restaurantes y hoteles, ya que no se podrán servir alimentos ni bebidas en zonas para fumadores, quienes serán enviados a sitios exclusivamente destinados a esa actividad.

Además, las zonas exclusivas para fumar deberán estar ubicadas en un perímetro de al menos 10 metros de las entradas, accesos, salidas o cualquier lugar por donde las personas pasen o se congreguen, así como frente a los sitios donde se encuentren conductos de entrada de aire.

Estos espacios al aire libre no deberán ser mayores al 10 por ciento del área total del inmueble o establecimiento.

Lo anterior forma parte de un anteproyecto publicado en mayo pasado por la Secretaría de Salud en la plataforma del Sistema de Mejora Regulatoria de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Cofemer), cuyo objetivo es reformar el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, aprobado en febrero pasado.

En un oficio con observaciones al anteproyecto, la Cofemer determinó que la propuesta regula aspectos que no están considerados en la reciente reforma a la Ley General para el Control de Tabaco, por lo que excede las facultades del Legislativo.

En el documento destaca que no considera el impacto para el sector primario en relación con las pérdidas de empleo, cosechas e inversiones; limita la capacidad de la industria para seguir generando derrama económica y fuentes de empleo; genera esquemas que impactan de manera particular a los pequeños comercios y puntos de venta y tampoco considera los gastos que deben desembolsar todas las empresas para cumplir con la regulación.

En respuesta, la Secretaría de Salud justificó que el anteproyecto se elaboró con base en las recomendaciones del Convenio Macro para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, que considera la exhibición directa como una forma de publicidad y promoción de los productos del tabaco, la cual está prohibida en las reformas a la ley de febrero de este año.

También citó un estudio elaborado en Irlanda, Noruega, Finlandia y Reino Unido, en el que se evaluó una restricción similar a los productos de tabaco y arrojó resultados positivos, ya que la prohibición resultó útil para las personas que dejaron de fumar recientemente, los fumadores ocasionales y los consumidores de tabaco sin humo.

Al respecto, las cámaras de comercio sostienen que la exhibición del producto no es publicidad, por lo que el Reglamento será inconstitucional, porque el Ejecutivo Federal irá más allá de lo que autorizó el Congreso.

Al fijar su postura, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) defendió que es parte del proceso de comercialización de cualquier producto legal en México, en la tanto que la Asociación Nacional de Abarroteros advirtió que esconder el producto fomentará las ventas ilegales.

De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), los cigarros representan 25 por ciento de las ventas de los pequeños comerciantes.

Destacar que la Secretaría de Salud estima que en el país existen 633 mil 761 puntos de venta de productos de tabaco, como tiendas de abarrotes, supermercados y tiendas de autoservicio, así como tiendas de conveniencia, en tanto que 434 mil 30 establecimientos que ofrecen alimentos y bebidas tendrían que adecuar sus espacios para fumadores.

El Poder Judicial tendrá que aclarar el tema, ante los amparos que previsiblemente interpondrán las grandes cadenas comerciales y los pequeños comerciantes, una vez que la reforma sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.