Las distintas movilizaciones que se realizaron en la Ciudad de México en el marco del 53 aniversario de la masacre del 2 de octubre de 1968, se realizaron en paz y con respeto a los derechos de terceros.
Así lo afirmó el gobierno capitalino, sin embargo, un grupo de anarquistas comenzó a agredir a policías y les lanzaron bombas molotov con la intención de quemar y dañar a algunos uniformados.
El grupo de alrededor de 80 personas, fueron encapsulados entre las calles de Cuba y Donceles.
Al romperse el diálogo entre negociadores del gobierno capitalino y anarquistas, los policías los acompañaron rumbo a la zona del metro Garibaldi. No hubo personas detenidas.
Durante la marcha resultaron con lesiones cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (dos mujeres y tres hombres), quienes no requirieron traslado a hospital para atención médica.