Inteligencia Emocional es la capacidad de entrar en contacto con nuestras propias emociones y la de los demás.
Focos rojos
- Que duerma mucho o poco
- Que cambie su alimentación
- Que esté irritable, llore mucho o se aísle.
Cuando hablamos de adolescentes también pensamos en emociones, se viven muchos cambios, a lo largo de un día pueden vivir muchas emociones desde una felicidad y entusiasmo hasta angustia o tristeza o enojo.
Estamos en una etapa del proceso de desarrollo en donde se busca descubrir la propia identidad.
¿Cómo trabajarla?
En la escucha de sus emociones: para conocer, nombrar y empezar que hacer con ellas.
No juzgar, aprender a escuchar
Enseñarlo a no negar lo que siente
Dar ejemplo
La Inteligencia Emocional trabaja en estos 3 aspectos fundamentales en la vida.
Autoconocimiento: el conocer nuestros estados de ánimo, nuestras fortalezas y debilidades, pero al conocernos tomamos mejores decisiones.
Autorregulación: el control que tenemos sobre nosotros (responsabilidad, autocontrol, adaptación.
Automotivación: No rendirse, conocer que nos ayuda a seguir.
Sin duda tendrá repercusiones en su empatía: no solo empiezan a comprenderse, también se dan cuenta de las emociones y sentimientos de los demás, generan comprensión y asertividad. Todo esto ayuda en sus habilidades sociales, saber escuchar, comunicarse, colaborar, etc…
Un adolescente que trabaje en su Inteligencia Emocional sabrá
- Conocerse y Reconocerse
- Tomar mejores y más conscientes decisiones
- Ser más respetuosos con ellos y con los demás
- Llevar mejor sus relaciones
- Sentirse más seguro y confiado
- Controlar su estrés
- Fijarse metas y objetivos
- Sentirse mejor consigo mismos
Con Información de Alicia Rábago