Las personas con diagnóstico de depresión o ansiedad, personas en situación de crisis, sobrevivientes o familiares del suicida, son quienes presentan más riesgo de un intento suicida.
Algunos de los signos de alarma ante un intento suicida son: llanto inconsolable, deseos de morir, desesperanza, cambios de conducta, consumo excesivo de alcohol o drogas y realización de notas de despedida.