Se calcula que derivado de la pandemia por Covid-19 en México, alrededor de 12.5 millones de personas dejaron de percibir ingresos, y se estima que casi 10 millones de personas que podrían sumarse a la pobreza por ingresos, y entre 6 y 10 millones más a la pobreza extrema.
Por ello, Movimiento Ciudadano junto con más de 50 organizaciones de la sociedad presentaron en la Comisión Permanente que sesionó de manera virtual, una iniciativa de ley para crear el Ingreso Mínimo Vital de emergencia para quienes han perdido su empleo o han visto disminuido sus ingresos.
En una videoconferencia, Mauricio Merino, presiente de Nosotrxs, explicó que “este ingreso vital no contradije y no compite con los programas del presidente López Obrador, este programa estaría dirigido a quienes no reciben recursos de los programas sociales que ya tiene en marcha el gobierno de la República, pero esos recursos no llegan a todos, no son suficientes, es importante subrayar que los programas del gobierno no son suficientes para sufragar las necesidades de las familias que se están quedando sin trabajo, sin ingresos”.
Asimismo, detalló que con el apoyo del Consejo Ejecutivo de Nosotrxs enviaron una carta al presidente para presentar su propuesta; sin embargo, no han recibido respuesta. “El ingreso vital es muy importante porque complementaría a los programas sociales que ya tiene el gobierno federal, ya que estos no están diseñados para las personas que están perdiendo su empleo e ingresos como secuela de esta pandemia”, dijo.
Mauricio Merino detalló que hay recursos suficientes para poder financiar este proyecto y mencionó cinco formas para lograrlo: 1) Línea de 40 mil millones de dólares que México tiene con el Fondo Monetario Internacional; 2) la Cámara de Diputados ya aprobó el déficit fiscal más amplio; 3) aplazar grandes obras de infraestructura; 4) negociar el pago de la deuda de PEMEX para dedicar parte de estos recursos para llevar a cabo la iniciativa; 5) a través de la recuperación de deuda fiscal de grandes empresas.
Dijo que sólo se trata de “convencer a uno sólo, al presidente de la República, hacerle ver a ese uno que toma todas las decisiones del gobierno, que este ingreso vital vale la pena”.
