De nueva cuenta, miles de manifestantes protestan en el centro de Lima, Perú, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la disolución del Congreso, la realización de nuevas elecciones y la liberación del expresidente Pedro Castillo, quien fue destituido y detenido el 7 de diciembre pasado, acusado de rebelión.
La Policía se declaró en alerta máxima y desplegó 11 mil 800 efectivos, más de 120 unidades y 49 vehículos militares en las calles para controlar los disturbios. En el operativo también participan elementos de las Fuerzas Armadas.
Los manifestantes salieron a las calles en respuesta a la denominada “Toma de Lima”, tras registrarse otra muerte durante el enfrentamiento de ayer entre policías e inconformes en la ciudad de Macusani, Departamento de Puno, en el sur del país andino.
Con este deceso aumentaron a 43 los fallecidos desde el inicio de la crisis política y social en Perú.
La movilización también representa un claro desafío al Gobierno de Dina Boluarte, que el domingo pasado decretó estado de emergencia por 30 días en Lima, Cuzco, Callao y Puno.