Autoridades ucranianas informaron que aumentó a 40 el número de civiles fallecidos, entre ellos varios menores, por el ataque ruso del sábado pasado contra un edificio residencial en Dnipró.

Al menos 75 personas han sido sacadas de entre los escombros, en tanto continúan los trabajos para localizar a unos 35 residentes de la torre de apartamentos, quienes han sido reportados como desaparecidos, aunque son pocas las posibilidades de encontrarlos con vida, por lo que la cifra de fallecidos podría aumentar.

El impacto destruyó un total de 72 apartamentos y dañó más de 230. Se trata del ataque más mortífero contra civiles en tres meses de la ofensiva rusa con misiles contra ciudades ucranianas lejos del frente de batalla. 

Ante las críticas internacionales por la muerte de civiles, Dimitri Peskov, vocero del Kremlin, negó que las fuerzas armadas rusas bombardeen inmuebles residenciales o infraestructuras civiles y aseguró que los ataques han sido contra el sistema de mando y control militar de Ucrania.

El Gobierno de Ucrania detalló que el misil que impactó el edificio residencial en Dnipró era un Kh-22, que fue captado por sus radares, pero que los sistemas antiaéreos ucranianos no son capaces de derribar, por lo que el presidente Volodímir Zelensky urgió más armas a Occidente.

En conversación telefónica con su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, criticó el creciente aumento de las entregas de armas occidentales a Ucrania y amenazó con quemar todo el armamento que sea entregado al Gobierno de Kiev.

En este contexto, la Unión Europea firmó un memorando para proporcionar a Ucrania una ayuda macrofinanciera de 18 mil millones de euros durante 2023, cuyo primer pago de 3 mil millones de euros se realizará esta semana.