Tumbas sin nombre, otra cara de la crisis migratoria

Foto: nito103 / Depositphotos

Entre 2022 y 2023, el porcentaje de muertes de migrantes aumentó en un 188%.

50 filas de tumbas mal cavadas que se rellenan con tierra seca y se identifican sólo con un ladrillo, ese es el paisaje con el que el camposanto de Holtville, California, recibe a las pocas personas que lo visitan.

Ubicado a 15 kilómetros del límite entre México y Estados Unidos, alberga los cuerpos de más de mil migrantes fallecidos sin identificación, que fueron enterrados con los nombre de “Jane Doe” y “John Doe”.

El “cementerio de los pobres”, como lo llaman los habitantes locales, es un terreno que financia el gobierno de Estados Unidos para enterrar a las personas que no pueden pagar un servicio funerario. Alrededor de la mitad de las fosas son de mexicanos que han muerto en el desierto o en los canales fronterizos tratando de cruzar.

En este valle, los muertos no tiene más homenaje que cruces rústicas con la inscripción “no olvidados”, sin familiares que sepan dónde encontrarlos o que desconocen si lograron cruzar con éxito.

“Se considera el mayor cementerio de civiles no identificados de Estados Unidos, detrás del de Arlington que es de carácter militar para soldados desconocidos. Los entierran sin servicio religioso, sin identificarlos ni avisar a sus familias. Es una verdadera crisis humanitaria”, menciona el activista Enrique Morones, Director de la organización Ángeles de la Frontera.

Entre 2022 y 2023, el porcentaje de muertes de migrantes aumentó en un 188%, lo que las autoridades atribuyen a la inseguridad, la violencia, las condiciones medio-ambientales, la presencia de grupos criminales y la trata de personas.

Sólo en los últimos diez meses, han muerto alrededor de 853 migrantes en la frontera, convirtiéndose en el año más mortífero para esta población.

Parte del problema se atribuye a la saturación de solicitudes de asilo en Estados Unidos, que  lleva a miles de migrantes a permanecer en la frontera norte de México. A principios de 2023, este país ya tenía más de 1.3 millones de solicitudes y casos pendientes, pero el sistema de asilo americano solo puede resolver 41 mil solicitudes y 53 mil casos al año.

En Holtville, son más de 700 tumbas “NN”, “no name” o “sin nombre”, como se catalogan estos casos, esperando que alguien llegue a reclamarlas.

Sólo en el 40% de las muertes de migrantes, en las que se involucra a los servicios forenses, se resuelven. El resto, son personas cuyas pertenencias se quedan en carpetas blancas, almacenadas en las bodegas del Estado, sin identidad ni reconocimiento.

Con información de Natalia Arreola.