José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, lograron que se abriera una ventana para quedar en libertad, ya que un juez les concedió un amparo que deja sin efecto el auto de formal prisión.
Esto no quiere decir que quedaran en libertad, pero se les repondrá el proceso, por lo cual las autoridades tendrán que presentar de nueva cuenta las pruebas en su contra, para que se tome una nueva determinación.
Son señalados por tener vínculos con el grupo delincuencial Guerreros Unidos, relacionado con la desaparición de 43 normalitas de Ayotzinapa y el uso recursos de procedencia ilícita y lavado de dinero, al haber adquirido 31 inmuebles por un valor que superó los ocho millones 300 mil pesos.