Si bien uno de los argumentos para aprobar la “Ley de Amnistía” es evitar una propagación del COVID-19 al interior de los centros de reclusión, la realidad es que quienes obtengan su libertad lo harán después de que pase la emergencia sanitaria, señaló Ramón Celaya, abogado penalista.
Dijo que si bien esta ley va en el sentido correcto, ya que no será retroactiva para quien ingrese a prisión después de ser aprobada y permitirá que mujeres e indígenas que han sido encarcelados injustamente queden en libertad, no se está negociando en el mejor momento, ya que estamos en medio de una crisis, donde se teme por un aumento en la inseguridad.
“No es para todos los delitos, no es para todos los que están siendo procesados, sino para casos muy específicos y entonces ahí tiene un carácter limitado”
