Sedeco y la industria del maíz y la tortilla buscan acuerdos para que los capitalinos puedan consumir este producto

Tortillas Tortillería Nixtamal
Foto: belchonock – depositphotos.com

Ante la reducción del consumo de tortilla en la Ciudad de México, debido al incremento de su precio, la Red de Maíz, que agrupa molinos de masa de nixtamal y tortillerías en la Ciudad de México y la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) capitalina iniciaron mesas de trabajo diseñar un plan integral de corto, mediano y largo plazo que estabilice el precio del maíz en beneficio de la población, y que incluye brindar un apoyo directo al consumidor.

“No hay acuerdo para bajar el precio de la tortilla, lo que se va a hacer es trasladar el beneficio que la Ciudad de México quiere otorgar a la ciudadanía, no a los particulares, no a los industriales sino va a ser un beneficio para el ciudadano”, explicó la presidenta de la Red de Maíz, Blanca Mejía.

Destacó que se ha registrado una caída en el consumo de tortilla a 50 gramos por habitante, de ahí que se trabaje en dos vías: “la transformación de la industria de la masa y la tortilla y un beneficio real y directo al consumidor”.

Otra de las acciones, en el caso de la Sedeco es buscar mecanismos para “abastecer de maíz a la Ciudad de México, y sí probablemente fijar un precio de maíz, a través de algunas acciones que está pronta a tomar”.

También se acordó en el corto plazo invitar a participar a las tortillerías en los mercados de Bienestar para ofertar tortilla caliente, pero esta acción, dijo, dependerá de cada uno de los propietarios del negocio.

Blanca Mejía, detalló que la industria requiere de una importante transformación, ya que un 77 por ciento de las tortillería registra subocupación, y un 23 por ciento una ocupación real, “tenemos espacios largos sin producir, esto nos pone en una situación muy complicada porque siguen abriendo tortillerías constantemente, y esto no favorece al consumidor porque la tortilla que se está vendiendo, al ser personas que no tienen experiencia en el ramo, tienen una tortilla de muy mala calidad”.

Tan es así que de las 6 mil 700 tortillerías registradas en el INEGI, solo una cuarta parte lo están ante la Sedeco. Lo que implica que “un gran porcentaje de tortillerías se encuentran en la informalidad, y un 90 por ciento de la industria incumple con algún requerimiento”. Y el “aviso de funcionamiento ante salubridad muy pocas tortillería cuentan con él”, señaló Blanca Mejía.

Lamentó que “hay personas que logran conseguir maquinaria muy barata y con sus liquidaciones a través de la pandemia estuvieron abriendo negocios de tortillería, pero al final pierden su inversión, porque no es un negocio sencillo, es muy esclavizante”.