Decenas de manifestantes salieron a las calles de Beirut, en Líbano, para protestar por la explosión del pasado martes.
Los habitantes se enfrentaron con fuerzas de seguridad a las afueras del Parlamento, ya que los hechos que hasta el momento han dejado 157 muertos, revivieron el descontento contra el gobierno.
Los agentes lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes, mientras las imágenes mostraban barricadas incendiadas y protestantes tratando de irrumpir en el Parlamento.
La detonación del martes generó una enorme onda expansiva que afectó a miles de viviendas y edificios destruyendo cristales y muros.
En la explosión estallaron 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio que habían estado durante seis años en un almacén del puerto de Beirut, sin medidas de seguridad.
