La Fuerza Aérea de Ucrania informó que ya fue sustituido por otro aparato el dron norteamericano que el Gobierno de Estados Unidos se vio obligado a derribar ayer en el Mar Negro tras sufrir un incidente con dos aviones caza rusos.
En Rusia, el secretario del Consejo de Seguridad de ese país, Nikolái Pátrushev, aseguró que buscará los restos del dron, aunque admitió que desconoce si sean capaces de lograrlo, en tanto que el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier incidente con Estados Unidos conlleva “muy grandes riesgos”.
La Casa Blanca también expresó su deseo de recuperar el dron MQ-9 Reaper; no obstante, John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, comentó que la labor no será fácil, ya que el aparato cayó en una zona muy profunda.
Y mientras Ned Price, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, destacó que el incidente fue “probablemente no intencionado”, John Kirby, solicitó a las autoridades rusas tener más cuidado al volar en el espacio aéreo internacional cerca de activos estadounidenses y advirtió que aunque los rusos consigan recuperar el dron, no podrán extraer grandes cantidades de inteligencia, ya que su país tomó previsiones para asegurarse de que eso no ocurra.
Tras el incidente en el Mar Negro, Ucrania acusó a Rusia de querer expandir el conflicto e implicar a otras partes.
En este contexto, aviones de las fuerzas aéreas de Reino Unido y Alemania interceptaron un avión ruso que se acercaba al espacio aéreo de Estonia, nación que forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Durante la reunión virtual del Grupo de Contacto para la defensa de Ucrania, integrado por 54 países, entre estos los que pertenecen a la OTAN, Lloyd Austin, secretario de Defensa de Estados Unidos, pidió a las naciones aliadas mantener el apoyo a Ucrania el tiempo que sea necesario.
Destacó que se vive un momento crucial del conflicto, en el que Rusia sigue enviando oleadas de misiles de crucero y drones suicidas iraníes para aterrorizar a las ciudades y a los civiles ucranianos, pero los sistemas de defensa aérea de Ucrania, muchos de los cuales han sido proporcionados por la alianza, están contraatacando para mantener a los civiles a salvo.
Y en el día 385 del conflicto, el grupo de mercenarios ruso Wagner informó que ha tomado el control de la localidad de Zaliznianske, al norte de Bajmut, estrechando el cerco sobre esa ciudad ucraniana, que se ha convertido en un símbolo militar del conflicto entre Rusia y Ucrania.
El Ministerio de Defensa de Rusia también aseguró que sus tropas dominan parte de una zona industrial en el frente de Kupiansk, en la región ucraniana de Járkov, en el este de ese país.
En tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, destituyó a los gobernadores de las regiones de Lugansk, Jmelnytskyi y Odesa, de acuerdo con los decretos publicados en la página electrónica de la Presidencia de Ucrania.
Los tres gobernantes habían solicitado ser relevados de sus puestos, una medida que ya fue aprobada por el Consejo de Ministros.