A la espera de que no toque tierra otro huracán tan poderoso como fue Otis en octubre del año pasado, los hoteles y otros edificios de Acapulco no sólo son reparados para que vuelvan a funcionar como antes, sino que además se les hacen mejoras para soportar otros desastres naturales.
Seyed Rezvani, director general de Mundo Imperial, comenta que en la Arena GNP se reforzó la estructura, por ejemplo con esto: “Las cabinas de transmisión, por ejemplo, ya están hechas de bloc, antes eran de tablaroca, pero ahora está reforzado como si fuera un búnker”.
En cuanto a los hoteles, también se trabaja en las mejoras, como en estas: “Todos los cristales de las habitaciones frente al mar son de estilo de dos láminas de seis milímetros, es un muro”.
También destacó que en la reconstrucción han tenido que contratar a personas de otros estados de la República Mexicana, pues muchos trabajadores de Guerrero están enfocados en reparar sus hogares.
De las 2 mil habitaciones que contaban en Mundo Imperial, tras el paso de Otis están listos para ser utilizadas mil habitaciones, y se espera que para Semana Santa se sumen otras 300 más.
