Una docena de activistas a favor de los derechos de los animales protestaron la tarde de este domingo afuera de la Monumental Plaza de Toros México, en el regreso de las corridas luego de una guerra de litigios para prohibir la llamada “fiesta brava”.

“¡Vienes a la plaza y te sientes muy fino, pero tú le aplaudes a un asesino!”, cantaron una y otra vez ante la mirada de cientos de taurinos de todas las edades.

Con una enorme pancarta que decía: “Para qué necesitas violencia los domingos”, los activistas señalaron que la tauromaquia es un acto de crueldad al infligir intencionalmente el sufrimiento del animal sin su consentimiento. Agregaron que como en otros estados y países, hay tradiciones que deben desaparecer.

“Ustedes han visto cómo los toros quieren brincar a las gradas. Es porque quieren huir, están asustados, no quieren luchar”, gritó la activista Gabriela Ramírez.

Además, calificaron como una mentira que la prohibición provoque una pérdida de miles de empleos en la zona, argumentando que el inmueble ha albergado recientemente actividades deportivas y conciertos con llenos totales, como el de Alejandro Fernández.

Toros “a la portuguesa”, una alternativa

Por su parte, asistentes a la corrida declararon que si bien respetan la opinión de los antitaurinos, no van a desarraigarse de una tradición que les heredaron sus padres y abuelos, a la cual consideran “arte”.

Sin embargo, el señor Federico Lemus, que tiene más de 50 años asistiendo las corridas, reconoció que se pueden debatir algunos cambios, como el hecho de no matar al animal frente al público, como sucede en Portugal; aunque hay mencionar que al final del evento se traslada al toro a un matadero.

“Me trajeron mis papás y dicen que aquí aprendí a aplaudir […] Mucha gente no lo contempla, pero de esto viven muchos trabajadores de ganaderías, transportistas y comerciantes alrededor de la plaza”, contó.

Dannaly Argumedo, tiene más de una década “amando la tauromaquia” gracias a su esposo, que la adentró a esta actividad desde que eran novios. A diferencia de Federico, ella considera que las corridas la usanza portuguesa “acabaría con el arte”.

Añadió que el toro de lidia es criado “como un rey” durante varios años para morir en el ruedo.

“Me gusta el duelo a muerte que se vive entre el hombre y la bestia. Porque al final de cuentas, antes de salir al ruedo, ninguno sabe quién va a sobrevivir […] De hecho el toro de lidia, si no existieran las corridas, desaparecería”, concluyó.

En el regreso de las corridas, la Monumental Plaza de Toros México registró al menos un 80% de aforo.