Algunas empresas han sustituido las tradicionales bolsas de té de papel, por finas mallas hechas de plástico.
Investigadores de la universidad McGill, de Canadá, descubrieron que dichas bolsitas podrían ser un peligro para la salud.
Alertan que una sola bolsita de plástico, al ser sumergida en agua hirviendo, libera cerca de 11 mil 600 millones de microplásticos y 3 mil 100 millones de nanoplásticos.
Esto se traduce como que en una sola taza de té, una persona consume 200 mil veces más plástico del consumo “normal” anual, que es de casi 74 mil partículas.
Los investigadores aclararon que aún no se sabe a ciencia cierta lo que esta sustancia pueda ocasionar en la salud humana.