Más de siete millones de personas en Kiev, Ucrania, siguen sin suministro eléctrico luego de los ataques rusos con misiles a gran escala del martes pasado, que dañaron infraestructura crítica.

Las autoridades reconocen que será una semana bastante difícil para una de regiones más pobladas de Ucrania, que se complicará ante la llegada del invierno.

Y este día, nuevos ataques con misiles se registraron en varias ciudades ucranianas, que provocaron varias explosiones en Kiev, la capital, así como en Dnipro, la cuarta ciudad más grande de Ucrania.

Las fuerzas rusas también atacaron la infraestructura eléctrica en la región de Odesa, en el suroeste del país y a orillas del Mar Negro.

En tanto, continúan las investigaciones relacionadas con el misil que el martes pasado estalló en la región polaca de Przewodów, que dejó dos personas sin vida.

El Gobierno de Polonia informó que permitirá que expertos ucranianos participen en las diligencias, tras informar que el artefacto pudo haber sido lanzado desde Ucrania y desviarse accidentalmente.

Y a pesar del recrudecimiento de la ofensiva rusa, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensy, informó que se amplió cuatro meses más el acuerdo para exportar granos y fertilizantes ucranianos a través del corredor humanitario habilitado en el Mar Negro.

La renovación del acuerdo, que es mediado por Turquía y la Organización de Naciones Unidas (ONU), también recibió luz verde por parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin.