El uso de cubrebocas podría ayudar a generar inmunidad a través de la “variolización” o “variolación”.
Así lo señala un artículo publicado en The New England Journal of Medicine de la Universidad de California, donde explica que el uso del cubrebocas podría reducir la severidad de la enfermedad y garantizar una mayor proporción de nuevas infecciones asintomáticas.
El documento indica que la “variolación” es una práctica que se usó antes de contar con la vacuna contra la viruela y consiste en exponer a las personas que no tenían la enfermedad, a material obtenido de las costras de la viruela para que desarrollaran una forma “suave” del virus.
Los expertos aseguran que hay evidencia de que los cubrebocas no sólo impiden la transmisión del virus de un asintomático a una persona sana, sino que evitan que las partículas virales entren a la nariz y la boca.
