Al comparecer ante senadores de la Comisión de Hacienda, Victoria Rodríguez Ceja aspirante a integrar la Junta de Gobierno del Banco de México, reconoció que el ajuste de precios a raíz de la pandemia es histórica en la dinámica inflacionaria de México al alcanzar 7 por ciento, mientras que el componente subyacente que elimina las presiones provenientes de alimentos y energéticos se ubica alrededor de 5.5 por ciento sus niveles más altos en las últimas dos décadas.
No obstante, dijo, “las más recientes proyecciones del Banco de México indican que estas presiones empezarán a desaparecer a lo largo del próximo año y que la inflación terminará por converger al objetivo de 3 por ciento alrededor del tercer trimestre del 2023”.
Además recalcó la importancia de mantener un mandato único y un respeto irrestricto a la autonomía del Banco de México, que son indispensables para mantener la certidumbre necesaria para el buen funcionamiento de la economía nacional.
En el caso de México dichas presiones, destacó Rodríguez Ceja “se manifestaron principalmente en el caso de las mercancías no alimentarias, productos domésticos, muebles y artículos de cuidado personal, y que se han sumado a otros choques inflacionarios como las materia primas y alimentos asociados como el maíz, soya, carne y aceites comestibles que han sido afectados por condiciones climatológicas”.
Lo que ha significado un “repunte en la inflación en nuestro país, que se concatenaron presiones energéticas relevantes y un efecto base adverso debido al comportamiento de la inflación durante el año anterior”.
