Investigación especial sobre las pipas compradas para combatir el “Huachicol”

Fue en enero de 2019 cuando el Gobierno de México encabezado por Andrés Manuel López Obrador, decidió combatir el robo de combustible, lo que todos conocemos como “Huachicoleo”, para esto se decidió el 22 de enero, comprar 571 pipas, para lo cual se invertirían 85 millones de dólares…Después se dijo que habían conseguido 671 vehículos por 92 millones de dólares; Al final se compraron 612 pipas con un costo de 100 millones de dólares, lo que equivale a 59 pipas menos a las planeadas y un pago de 8 millones de dólares más.

El objetivo era cerrar los ductos para erradicar el “Huachicol”; Navistar fue la empresa ganona, ya que fue a quien se le pidió el 67% de las pipas, sin analizar si era la mejor opción, el argumento fue la “urgencia de su adquisición”, las demás firmas fabricarían entre 17 y 50 tanques en el mejor de los casos, estas empresas son Traylfer, Detroit Diesel Allison de México en lo individual; y en conjunto con Fuehauf, Scania Comercial, Entrans International y Manufactura Especializada en Transporte.

La decisión fue cuestionada no solo por la opacidad, sino también por el uso de vehículos que violaban las normas carreteras, al final tan sencillo como cambiar la ley para que circularan, pero quedaba otro tema el costo del transporte de gasolina, ya que de acuerdo a diverso análisis (GasGasAnalytics) el costo por transportar un tonelada de gasolina con una pipa asciende a 1.08 pesos, 13 veces más caro que por ducto, donde el costo sería de 0.08 centavos.

Por dar un ejemplo traer 671 pipas de Tuxpan a la CDMX por pipa costaba hasta el año pasado $5,965,619 pesos, si eso se hubiera mandado por ducto costaría menos de 500 mil pesos, 426,115 pesos.

Estas pipas entraron bajo el Plan DNIII-E, pero no son administradas por la SEDENA, ellos solamente brindan seguridad a los traslados, del total de las 612 pipas no todas están en funcionamiento, en 2019 se registraron al menos siete ataques contra los convoyes en los estados de Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, también se registraron al menos 5 volcaduras.

¿Han funcionado su uso para combatir el huachicol?

El objetivo de estas pipas era atacar y reducir el robo de combustible, lo cual se podría decir, ha dado un resultado parcial, de acuerdo al reporte enviado por PEMEX a la Security Exchange Comission Estadounidense, en 2019 se detectaron 10,316 tomas clandestinas a su sistema de transporte por ducto, en contraste con las 12,581 detectadas en 2018, una reducción de 2,265 tomas, y una cifra similar a 2017 cuando se tuvieron 10,363.

Es decir si quitamos el periodo de transición de gobierno la diferencia es de solo 47 tomas clandestinas, no obstante las autoridades aseguran que han logrado reducir hasta en un 95% el volumen de combustible sustraído por la delincuencia, escuchemos al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Cuando recibimos el gobierno formalmente se robaban 80 mil barriles diarios de gasolina, ya estamos en 3 mil barriles más del 95%”

Aunque de acuerdo a los últimos datos presentados por el Gerente de Seguridad, Monitoreo y Estrategia de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex, demuestran que no se tiene una reducción tan importante, ya que se han detectado 5 mil 171 tomas clandestinas, lo que ha representado una pérdida diaria de 4 mil 500 barriles de combustible.

Incluso el pasado 15 de Julio el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el huachicol solo era una pantalla del robo que se hacía desde las refinerías.

“Se habla del robo de clandestino y las tomas clandestinas, no funcionaban en sentido estricto, eso era una pantalla, se robaban las pipas desde aquí, de la refinería”

Y es que los huachicoleros no han visto la mano dura de la justicia, el 95 por ciento de los detenidos han sido sentenciados a la reparación del daño, a resarcir las pérdidas o incluso a penas de cárcel.

Los problemas siguen igual

Hidalgo es la entidad con más tomas clandestinas a nivel nacional, en lo que va del 2020 se han localizado mil 945 tomas, le sigue Puebla, donde ahora la principal actividad ilícita es el robo de gas y en tercer lugar Guanajuato.

Ahora se utiliza la técnica de “bypass” que es utilizar válvulas y mangueras de presión para que no se detecte la perforación del ducto o la baja presión sean imperceptible, el combustible se almacena en ductos que Pemex ha dejado de utilizar.

De acuerdo al documento enviado a la Security Exchange Comission Estadounidense, la paraestatal reconoció que este tipo de acciones se realizan con el apoyo de su propio personal que es quien tiene los conocimientos técnicos y herramientas para logarlo.