Continúan incrementándose el tiempo de espera para poder cremar un cuerpo en la Ciudad de México y su zona metropolitana, ahora puede ser de hasta tres días, dependiendo del lugar donde se vaya a realizar el servicio.
Roberto García Hernández, vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de México, detalló que esta saturación no se debe a la falta de capacidad de operación, sino que al tener un papeleo más rápido y no tener tiempo de velación, los cuerpos llegan a los hornos más rápido.
“Cuando fallecía una persona nos tardábamos 24 horas en encontrar una crematorio, ahora se han ido hasta 36 horas, no vemos que sea un desbordamiento, si hay una sobrecarga pero que ha sido manejable”
Reconoció que esta alta demanda ha generado que las funerarias no reguladas hagan de las suyas, ofrezcan servicio de velación de 24 horas para quien falleció por COVID-19 e incrementen sus precios de manera excesiva.
