En Inglaterra, un estudio dio a conocer que los jóvenes que viven con personas fumadoras, podría caer en ese hábito también.
De acuerdo con estas investigaciones, quienes conviven con fumadores, tienen cuatro veces más probabilidades de empezar a fumar, pues tan solo los menores de 10 a 15 años tenían más probabilidades de fumar si su madre o su padre habían fumado en el pasado.
En este sentido, Jeanelle de Gruchy, subdirectora médica y líder conjunta de la Oficina de Mejoramiento y Disparidad de la Salud, advirtió que aunque es un hecho que fumar es terrible para la salud del que fuma, también tiene un impacto negativo en las personas que lo rodean.
Para ayudar a los padres a que dejen de fumar, se lanzó una nueva campaña gubernamental con los principales médicos de familias para alertar sobre los problemas que enfrentan los hijos de los fumadores.
La campaña cuenta con apoyo para los padres, cuidadores y cualquier persona que desee dejar de fumar e incluye la difusión en redes sociales como Facebook, correos electrónicos y mensajes de texto diarios, así como un plan personal para dejar de fumar en online.
En México, según cifras del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el 15.9% de la población mexicana consume tabaco, porcentaje que se traduce en 10.9 millones de personas.
