El problema del sobrepeso o la obesidad puede ser generado por diversos factores, uno de ellos está relacionado con la denominada “hambre emocional”, esa que responde no una necesidad fisiológica sino a la necesidad de apaciguar o contrarrestar la ansiedad, el estrés, o un sentimiento que afecta de manera a una persona.
Ruth Carmina Cruz Soto, endocrinóloga especialista en Obesidad y Trastornos de la conducta alimentaria, recomienda acudir con un médico para recibir atención, porque cuando esta conducta se convierte en una constante puede derivar en enfermedades como la diabetes, hipertensión y afectaciones al corazón, entre otros.
“No tengo esa sensación de hambre, pero tengo como una urgencia o compulsión por comer algo que me esa paz o quietud”, destacó.
Al mismo tiempo, destaca que en al menos tres de cada diez pacientes que padecen problemas de obesidad, son generados por estrés, depresión, ansiedad y el ajetreado ritmo de vida que los lleva a comer de manera compulsiva con la única intención de sentir tranquilidad emocional, y no por satisfacer una necesidad fisiológica.
“Por el ritmo de vida que llevamos, ene el cual estamos sometidos cada vez a un mayor estrés de rendimiento, y esto lleva a a un síndrome de desgaste, físico y emocional”, explica.
Por lo anterior, la especialista en trastornos alimenticios destaca que existen diversos tratamientos contra la llamada hambre emocional, que van desde medicamentos hasta terapia psicológica y apoyo de especialistas en alimentación, por lo que al final, se trata de un tratamiento multidisciplinario que podría involucrar a diversos especialistas.
