Desde patadas, ahorcamientos, quemaduras, violaciones sexuales, lesiones con arma blanca, hasta actos de corrupción, es lo que enfrentan las más de 220 mil personas privadas de la libertad, de estás una de cada cinco eran reincidentes; además de que 62 por ciento tiene entre 18 y 39 años, lo que significa que se trata de una población penitenciaría joven, pero en el caso de las mujeres es 7 de cada 10.
Así lo arrojó la segunda Encuesta Nacional de Población Privada de la libertad (ENPOL) 2021, del INEGI, que se levantó en junio-julio de este año, en donde se destaca que el 72 por ciento ya contaba con una sentencia dictada, sin embargo antes de ser detenidas en las agencias del Ministerio Público, durante su proceso judicial fueron víctimas de agresiones, como lo explica Julio Santaella, presidente del organismo.
“Por ejemplo a lo que se refiere a la experiencia en detección en la agencia del MP, el 28 por ciento de las personas privadas de la libertad reportó haber recibido puñetazos o patadas, de hecho el 11 por ciento de las mujeres reportó haber sufrido una agresión sexual en la Agencia de Ministerio Público”.
En conferencia, se detalló que las personas privadas de la libertad, también reportaron que el 26 por ciento se siente inseguro al interior de su centro penitenciario, 88 por ciento víctimas de robo de objetos personales y 17 por ciento dijo haber enfrentado actos de corrupción.
