El huevo es un ingrediente, básico por su alto valor nutritivo, rico en aminoácidos esenciales, algunos minerales y vitaminas, necesarios en la
dieta, por lo tanto es es importante conservarlo de manera correcta.
Afirmó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) quien destacó que después comprarlos
es preferible guardarlos en el
refrigerador, donde hay temperatura fría y estable, pero no en la puerta de
éste.
Tampoco deben lavarse antes de meterlos en el refrigerador sino justo antes de su preparación.
Asimismo se debe procurar guárdalos en su empaque o, en su defecto, alejados de otros
productos que puedan pegarle su olor.
La dependencia explicó que al
momento de comprarlo, se debe elegir el que tenga la cáscara intacta y limpia. Se puede saber si un huevo ya no está fresco si, al romperlo, la clara se desparrama y tiene una apariencia acuosa
Advirtió que los huevos pueden actuar como transportadores de patógenos y causar una
contaminación cruzada en otros alimentos o platos preparados, por lo que antes y después de su manipulación es conveniente lavarse las manos, así como todos los utensilios utilizados durante su preparación, incluidos los trapos de cocina.
Por último la Profeco indicó que el huevo aporta energía al cuerpo por medio de sus proteínas y grasas que se concentran en la yema. Consumirlo con
moderación, como ocurre con cualquier otro alimento, es la clave para aprovechar sus beneficios.