El principal delito que hoy enfrentan comercios, prestadores de servicios y la industria, es la extorsión por cobro de piso, con ello, tal vez nuestro país, es de los pocos en el mundo en donde se ha instalado un impuesto ilegal al trabajo y al éxito económico.
Así lo afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) quien agregó que las bandas criminales, saben clavar el aguijón de la extorsión en aquellos negocios que con mucho esfuerzo van logrando recuperarse y ponerse en pie nuevamente después de los estragos que dejó la pandemia.
“Tres de cada cuatro comercios han sido víctimas de algún delito. Quince estados, incluyendo la CDMX, encabezan las cifras de extorsión. De los mil hasta los treinta mil pesos (y sumando), las cifras que están provocando pérdidas que se traducen en inflación por extorsión”.
Explicó que los bandas criminales se aparecen en los puntos de venta, demostrando al comerciante y/o empresario que tienen pleno conocimiento de sus vidas y rutinas, por lo que están en posición, de ser necesario, de perjudicarles y poner en riesgo la seguridad de sus seres queridos, por lo que ante este tipo de amenazas, muchos caen en las garras de este contrato de seguridad forzado condicionado por delincuentes.
