El aumento de impuestos a refrescos y su extensión a bebidas sin calorías, así como a los cigarros, con el objetivo de desincentivar su consumo para beneficiar la salud de la población, como pretende el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, no es una medida acertada, afirmó Federico Rubli, integrante del Comité del Indicador del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Explicó que este tipo de impuestos son poco efectivos para reducir el consumo, por lo que no es un buen pretexto para mejora de la salud de los mexicanos.
“Y es que eso es falso, porque la verdad es que la demanda por este tipo de bienes, tabaco, refrescos, etc, la demanda por este tipo de bienes en el mediano plazo tiende a ser muy inelástica, lo que quiere decir es que a pesar de que haya aumentos de precios en esos bienes, la gente va a disminuir muy poco su consumo porque va a preferir seguirlos consumiendo aunque aumenten de precio”.
Explicó que el pretender aumentar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, a refrescos y cigarros, no es nuevo ya que esto sucedió en el pasado en nuestro país y sin resultados, por lo que aseguró que se trata de una medida contraproducente.
“Si el objetivo es tener una población que consuma cosas sanas, eso no se logra con medidas tributarias, eso se logra con una amplia y profunda campaña de concientización, campaña de educación, tanto en las escuelas como en las familias para poder desincentivar ese consumo, pero no es con medidas tributarias, lo único que van hacer encarecer ese tipo de bienes, van a tener una contribución a la inflación, pero no van a cumplir con el objetivo que ellos quieren que es el de desincentivar el consumo para tener razones más saludables”.
En el corto plazo si hay un impacto, si el día de hoy aumenta el precio de la cajetilla de cigarros en 20 por ciento, si habrá una disminución en el consumo, pero eso se va diluyendo porque la gente se va ajustando porque es una demanda inelástica
Por último destacó que en caso de que los legisladores lleguen aprobar el aumento de impuestos en cigarros y refrescos, el efecto de dejar de consumirlos será mínimo y de corto plazo, porque la gente seguirá comprándolos aunque estén más caros.