Las estafas financieras evolucionan igual de rápido que la tecnología, por lo que es fundamental mantenerse alerta, desconfiar y, sobre todo, pensar siempre antes de accionar.
Lo anterior lo advirtieron expertos en prevención de fraude y educación financiera de HSBC México quienes alertaron que un factor que aumenta la vulnerabilidad de las personas a las estafas es el exceso de confianza.
Explicaron que un exceso de confianza se da cuando una persona: Proporciona por teléfono o correo electrónico u otro canal tecnológico, información personal o financiera que no daría a un extraño en la calle.
Olvida configurar su privacidad en redes sociales, lo que permite que desconocidos puedan acceder a su perfil y publicaciones.
Comparte en redes sociales fechas de cumpleaños, fotos familiares o nombres de mascotas, sin darse cuenta de que ello significa hacer esta información pública.
Da por hecho que los adultos mayores de su familia saben cómo cuidarse de un fraude o estafa, digital o físico.
Da clicks a ligas o programas que pueden descargar códigos maliciosos que pueden atacar dispositivos que contienen mucha información, como el teléfono celular.
Cree que le ofrecen una inversión/oferta con rendimientos irreales por tiempo limitado.
Cae en una estafa “romántica” en la que, apelando a sus sentimientos, le solicitarán dinero reiteradamente.
Se conecta a una red WiFi sin cerciorarse de su autenticidad.
Los especialistas en prevención de fraude del grupo financiero, recomendaron que, tan pronto se identifique que en una llamada o mensaje se solicita información financiera confidencial, debe cortarse la cadena de comunicación: esto es, evitar dar click a ligas de internet desconocidas y/o colgar; y contactar a los teléfonos o canales oficiales de la institución.
Por último, destacaron que ninguna institución financiera llamará a un cliente para pedirle información personal y mucho menos confidencial, argumentando con engaños que es una situación urgente.