Para la doctrina de la Iglesia Católica, la homosexualidad es “un pecado” y los sacerdotes no pueden bendecir dichas uniones.
La aclaración realizada por el Vaticano, se puede leer en un texto divulgado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde se responde si es posible impartir la bendición a las uniones de personas del mismo sexo.
El cardenal Luis Ladaria, prefecto de la congregación, detalló que no es lícito impartir una bendición a relaciones o parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio.
Agregó que Dios nunca deja de bendecir a sus hijos, pero no bendice el pecado.
