En estas fechas decembrinas la pirotecnia podría ser muy emocionante, sobre todo para los niños, pero su exposición puede reducir de manera parcial o irreversible la capacidad auditiva, ya que las detonaciones pueden llegar a 190 decibeles, cuando el oído de un adulto puede tolerar de 70 a 85 decibeles sin ningún riesgo y un niño solo 20 decibeles porque sus oídos aún son muy sensibles.
Jimena Atuán, especialista en Audiología, Foniatría y Otoneurología de MED-EL México, explicó que “los pacientes pediátricos dependiendo de la edad, dependen cien por ciento de su audición para poder desarrollar un lenguaje verbal, si nosotros estamos exponiendo a nuestros hijos a que exploten pirotecnia en esta fechas navideñas, les estamos generando un daño que no sabemos qué repercusiones van a tener en un futuro, no siempre el daño se da de forma inmediata sino a vece se va generando de manera gradual”.
Dijo que la pirotecnia puede generar hipoacusia súbita debido al ruido tan fuerte que provocan, que es una afectación neurosensorial porque daña al oído interno, y también se le conoce como sordera súbita. Esto sucede en el momento o en cuestión de días y se presenta frecuentemente en un solo oído.
En el caso de exponerse a detonaciones de hasta 175 decibeles o que los superen, el daño es inmediato e irreversible.
La recomendación de la especialista Jimena Atuán, es no exponerse a pirotecnia. Pero si se hace, lo importante es no usarla en lugares cerrados, y mantener una distancia segura en el caso de los adultos de 15 a 20 metros… y de los niños de 50 a 60 metros.
Usar protectores auditivos que aíslan por completo el ruido. O bien optar por pirotecnia lumínica.
