A 56 años de la Matanza de Tlatelolco, el Congreso de la Ciudad de México realizó su tradicional sesión solemne, donde las y los diputados destacaron la lucha y valentía de los estudiantes que alzaron la voz por un país más justo.
Al mismo tiempo, reconocieron que se trató de uno de los actos más ominosos por parte del Estado, el cual no puede repetirse jamás.
“A nuestros compañeros de 1968 quisieron asesinarlos, y los asesinaron. Quisieron eliminarlos de nuestra memoria, pero no lo lograron”, señaló Pablo Trejo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“Hoy, a diferencia del 68, podemos manifestarnos libremente. Asegurémonos de que siempre exista un diálogo y no vallas metálicas”, dijo por su parte Luisa Ledesma, de Movimiento Ciudadano (MC).
Por su parte, la diputada morenista, Elizabeth Mateos, exigió al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y a su dirigente nacional, Alejandro Moreno, una disculpa pública por ser el gobierno en el poder durante el suceso.
Mientras que su homóloga del Partido Acción Nacional (PAN), Frida Guillén, calificó como “una ironía” que el jefe de gobierno de capital, Martí Batres, haya cambiado el nombre de una calle de “Gustavo Díaz Ordaz” a “Estudiantes del 68”, pero también celebrado la adhesión de la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), al afirmar que se trata de una “militarización”.
De acuerdo con la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, el ataque de la fuerzas armadas contra manifestantes aquel 2 de octubre en la Plaza Tres Culturas, dejó un saldo de al menos 350 metros.