Los manuales psiquiátricos no incluyen la compra compulsiva como una enfermedad, sin embargo, es muy parecida neurobiológicamente a lo que es el juego compulsivo que sí está incluido en conductas adictivas.
“emociones negativas; puede ser depresión, puede ser comprar por venganza, puede ser comprar por aburrimiento. El problema es que una vez que se compra, disminuye esta ansiedad por comprar, pero entonces viene la culpa, viene la autocrítica”
De acuerdo con Gabriela Orozco Calderón, profesora de la Facultad de Psicología, a esto se le conoce como oniomanía y es el término utilizado para describir al comprador compulsivo, quien tiene las características de adquirir y sentir que no tiene el control.
La información fue difundida través de una cápsula de UNAM global
