Se ha ido Francisco. El Papa argentino, jesuita, sobrio y austero que intentó hacer que la iglesia fuera más cercana a los feligreses falleció en el Vaticano.

El Papa número 266 en la historia de la iglesia católica será recordado por la manera tan diferente en la que buscó acercarse a los jóvenes, a los gays y a la población que ya no era tan cercana a esta religión. De hecho, a inicios del 2023 se estrenó el documental “Amén: Francisco Responde”. Allí, el Sumo Pontífice se reunió con 10 jóvenes de diferentes puntos de América Latina para hablar de diversidad sexual, tecnología e inclusive de Olny Fans.
Durante aquella charla, el Papa contó esto: “Es una red social donde subo los videos, los vendo. ¿Usted sabía de eso? El que hace uso de la pornografía, disminuye humanamente. Es como usar las drogas, te disminuyen humanamente. El que es adicto a la pornografía, es como una droga o algo”.
Así era Francisco, quien en realidad se llamaba Jorge Mario Bergoglio. Nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. En su juventud estudió química, literatura, psicología y teología, y se ordenó como sacerdote en 1969. Tras la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, fue elegido como su sucesor el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave.
Durante su presentación, el Papa dijo que la iglesia católica lo había ido a buscar hasta el fin del mundo.

La austeridad de Francisco se notó desde el primer día. La limusina papal lo esperaba para transportarlo a sus primeras actividades, pero él prefirió irse en el autobús donde iban sus compañeros cardenales. En Argentina se transportaba en Metro.
Antes de que llegara a la Basílica de San Pedro, Bergoglio fue criticado por su actuación durante el régimen militar argentino, también fue conocido por sus homilías en las que hacía hincapié en el drama de la pobreza y la inclusión social.
También fue un apasionado del tango y de la literatura, era un conocido hincha de San Lorenzo. De hecho, fueron diferentes las ocasiones en las que habló de futbol, por ejemplo, durante los Mundiales más recientes. Esto contaba él sobre el desempeño de su país natal: “Es la psicología argentina. Nos entusiasmamos bien al principio. Quizá es una cosa que no tiene fundamento, pero yo lo digo. A los argentinos nos gusta pensar, pero ahí falta un poco la constancia para llegar adelante. Felices porque ganamos el primer tiempo y después ya dan por ganado al partido. No, el partido hay que lucharlo hasta el final, y lo tuviste que pelear con un penal”.

Si bien, una década es poco para cambiar una institución de dos milenios de vida, al Papa Francisco se le atribuye el haber logrado una Iglesia más transparente, misericordiosa y con las puertas abiertas.
Además, hay quienes le atribuyen que en 2014 ayudó en las negociaciones para que se reestablecieran las comunicaciones entre Estados Unidos y Cuba.
También estableció puentes entre los diferentes líderes religiosos del mundo. Se reunió, por ejemplo, con su homólogo ortodoxo, Bartolomé I. Fue el Primer Papa en 25 años en visitar Corea y reunirse con los líderes religiosos de aquella nación.
Por otro lado, la persecución a los cristianos en el mundo fue otra de las preocupaciones del Papa Francisco; lo mismo que la población pobre de todo el mundo. “Estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. Al centro de todo este sistema económico tiene que estar el hombre, el hombre o mujer, y todo lo demás al servicio del hombre, pero la verdad es que al centro está el dinero, el Dios dinero y hemos caído en el pecado de la idolatría”, expresó el Francisco.
La apertura que representaba el Papa Francisco en la iglesia inclusive llevó a que organismos internacionales le propusieran que abriera las puertas a las mujeres para los altos cargos en el Vaticano, sin embargo en este punto su postura era tradicional con la iglesia que él dirigió por más de 12 años.
Así fue Francisco, el primer Papa Latino, el Papa Sonriente, el Papa que visitó México en febrero del 2016 y que también se mostró cercano al pueblo de este país.